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Enciclopedia de la Esencialidad

Familia Espiritual

Los avatares son creaciones de energía psicánica, y cada uno es distinto, hecho a la medida para cada psican encarnado. El vehículo es una cuestión material y biológica. Los vehículos provienen de las madres, quienes por lo general engendran a más de un vehículo. El récord histórico moderno es de 69 hijos engendrados por una sola mujer, aunque lo normal era tener entre 6 y 10 hijos. Hasta 1960, el promedio en México era de 7.3 hijos por familia. Hoy en día, que existen una mayor conciencia de la sobrepoblación humana en el planeta y una mayor difusión de los métodos de control de la natalidad, el promedio en México es de 2.4.

Por lo lo tanto, los avatares tienen que elegir a grupos de vehículos relacionados físicamente, es decir, “con vínculos sanguíneos”. Los avatares usualmente no tienen relación alguna con otros avatares y vienen con personalidades, intereses y guiones totalmente diferentes. Pero debido a la naturaleza biológica de la reproducción física, varios encarnan en un grupo de vehículos engendrados por una misma madre, y a este grupo se le llama familia. La sociedad ha creado muchos paradigmas acerca de la importancia de la familia, y muchas personas permanecen en su grupo familiar físico durante toda su vida. Esto no sucede mucho con los animales; cada individuo deja el nido o la cueva cuando madura.

Cuando aún es joven, el ser humano comienza a relacionarse con otros, por ejemplo con compañeros de la escuela. En este caso no se trata de una relación forzada, puesto que se puede escoger a los amigos que son del agrado de uno. El niño escoge a los compañeros con quienes comparte gustos o afinidades. Luego, en la vida adulta, los humanos se alinean con otros que tienen fines en común en las empresas, la milicia, la política, la iglesia, etc.

El vínculo con la familia física es un paradigma. En la historia antigua, una familia era una unidad económica útil para la caza en grupo o el cultivo de la tierra y, por lo tanto, para la supervivencia. Más adelante, conforme la sociedad se fue estratificando, la familia pasó a ser una cuestión de pedigrí, especialmente en las altas esferas socio-económicas y políticas; era de hecho una fuente de mucho ego negativo. Pero en los tiempos modernos, con la explosión demográfica, el desarrollo de paradigmas como democracia e igualdad, y la dinámica económica moderna que demanda la cooperación entre extraños y el desplazamiento a cualquier parte del mundo por parte de millones de profesionistas, han provocado que la familia física no tenga más importancia que la que cada persona le da con sus valores. Algunas personas continúan muy conectadas con su familia física a lo largo de toda la vida; otras van al mundo y sostienen un mínimo contacto o ninguno.

Más allá de las asociaciones de los avatares con propósitos humanos, existe una asociación espiritual de seres despiertos, a la que vamos a llamar Familia Espiritual. La Familia Espiritual está conformada por personas con quien tienes afinidad espiritual, con quienes compartes los mismos conocimientos, experiencias y metas. No se debe a un mero accidente de nacimiento como sucede con la familia física, sino que es una agrupación natural por cuestiones de ideales en común. En tu caso, al compartir la Misión global de la Esencialidad de despertar al planeta, estás alineado con otros seres en el mismo ideal y, por lo tanto, eres miembro de una Familia Espiritual.

Depende de ti apreciar esto y cultivar a tu Familia Espiritual. Tiene muchas ventajas. Mientras que en tu familia física y en otros grupos con los que interactúas, sus miembros continúan en inconsciencia y amor negativo, en tu Familia Espiritual puedes esperar EEE y dar y recibir apoyo para desarrollar tu EEE.

Para conocer, disfrutar y aprovechar a tu Familia Espiritual, puedes planear viajes y otras experiencias para el avatar; crear eventos sociales, fiestas, comidas; y operar un Mercado Interno. Un Mercado Interno existe cuando un grupo da preferencia para la compra-venta de productos y servicios a otros miembros de su grupo. Por ejemplo, los judíos tienen fama de comprar siempre a otro judío cuando pueden. Mantienen el dinero, ergo la prosperidad, en la “familia” judía. Con un mercado interno puedes esperar integridad, buen servicio y productos con descuento muchas veces.