Enciclopedia de la Esencialidad
Jaula
Una jaula, también conocida como trampa, es cualquier situación en la vida en la que una persona se siente atrapada y de la cual quiere salir, pero siente que los precios de su libertad son demasiado altos, de manera que no realiza acción alguna y se mantiene infeliz en la misma circunstancia. Sospecha también que sería muy infeliz si pagara el precio de su libertad, por lo que se siente doblemente atrapada: siendo “infeliz” donde está y con una “felicidad demasiado cara”; así que se encuentra en la vida en una jaula sin salida.
La realidad es, por supuesto, que sí hay una salida; solo que la persona no está dispuesta a pagar el precio.
Ejemplos de jaulas comunes son:
- un matrimonio infeliz frente a un divorcio (pérdida de los niños, división de la propiedad, soledad),
- un trabajo o negocio que no disfruta frente a la pérdida de un ingreso seguro y constante.
Las jaulas a menudo se producen cuando llega el momento en que una persona debe moverse hacia adelante en la vida y que, por apego, comodidad, pereza, miedo a lo desconocido, alto costo financiero u otras consecuencias, la persona no lo hace.
La solución energética para las jaulas es la misma que para todo tipo de dilema:
- Reconoce que sin importar lo que decidas, siempre van a haber precios y consecuencias para ti y para los demás. Anota en una tabla T los positivos y negativos de ambas opciones, teniendo en cuenta que es probable que haya consecuencias no deseadas e imprevistas.
- Recuerda que no hay bueno ni malo, correcto o equivocado; solo precios, consecuencias y resultados, algunos de los cuales pueden ser amor negativo para ti y/o para los demás. Puede requerirse una gran sabiduría calcular lo que es amoroso, y lo que implica el mayor bien a largo plazo. Mantén presente que sacrificar tu felicidad por la felicidad de otros, la autoinmolación, no suele ser una buena idea, ni para ti ni para ellos.
- Decide de una vez por todas lo que vas a hacer, y reconoce que vas a vivir bajo los efectos de esa decisión. Reconoce los precios y consecuencias que vas a pagar y decide pagarlos gustosamente.
- Toma responsabilidad total de lo que estás decidiendo, sin víctima ni drama. No puedes culpar a los demás ni a las circunstancias de tu decisión.
- Si permaneces en la jaula, sé transparente y amoroso con los demás. No puedes cargar con resentimientos, cuentas por cobrar, ni tampoco hacer dumping. Debes mantener una actitud alegre con los demás. Tu decisión: aprovechar la situación para hacer lo mejor.
Vale la pena señalar que, a fin de cuentas, en la mayoría de los casos, cuando una persona decide pagar los precios y seguir adelante, por lo general se queda contenta con esa decisión; y que cuando decide permanecer en la jaula, por lo general permanece con una sensación de insatisfacción.