Enciclopedia de la Esencialidad
Venderse
Venderte es el concepto de hacer algo en contra de tus propios valores, metas o principios para obtener algún beneficio a corto plazo, a menudo para complacer a otros.
Puedes venderte solo, como cuando no haces lo que sabes es lo mejor para ti a largo plazo, por tu conveniencia a corto plazo, comodidad o flojera.
También, puedes venderte con otras personas. Venderte con otras persona es hacer algo que realmente no quieres hacer, a menudo para complacer a otros (padres, pareja, jefe, etc.). Es común que una persona se venda para cumplir los programas o exigencias de otros (para satisfacerlos, darles MOPs, pagarles lo que siente que les debe, o al menos evitar su desaprobación o rechazo). (Muchas veces los otros te han programado a sentirte malo y culpable si no cumples sus programas).
Todo ser tiene una guía interna para cumplir su guion y su misión (si la tiene). Esa “brújula” a través de la vida es la intuición de qué hacer y qué no hacer, y el entheos y la pasión. Cuando te vendes, haces algo en contra de tu propia brújula.
Venderte es traicionarte a ti mismo a largo plazo y siempre tiene el CarPreCon de disminuir tu felicidad. Además, si lo haces mucho, pronto pierdes el sentir de tu brújula. Esto le pasa a la gente que vive en el Paradigma Fatal tratando de hacer a otros felices.
Ejemplos de venderse:
- Un joven quiere ser músico y vagabundo, pero sus padres quieren que sea un abogado o doctor e insisten que vaya a la universidad, tal vez presionándolo con ofrecerle pagar los gastos, o amenazando con echarle de la casa o desheredarlo si no va.
- Una joven quiere casarse con un hombre, pero sus padres no lo aceptan o quieren a otro para que sea su marido. Si ella se casa en contra de sus propios gustos, se ha vendido.
- Una persona está en una relación de pareja que ya no le satisface. Pero no termina la relación, no se divorcia. Puede tener motivos (jaulas) como el “qué dirán”, pérdida financiera, los hijos o la religión. No importa el motivo, está vendiendo su felicidad por consideraciones menores. El resultado será una vida de insatisfacción.
Sin embargo, en una comprensión más avanzada y en la responsabilidad total que el alumno alcanza en el Nivel 1, Libertad, el venderte no existe. Uno siempre está decidiendo qué hacer y qué no hacer; y es totalmente responsable por esa decisión. Nadie lo fuerza a cual escoger entre sus opciones y todas siempre tienen precios y consecuencias. La verdad es que cada ser (siguiendo el Imperativo Existencia) escoge el camino de menos dolor o más felicidad para sí mismo según sus conocimientos y valores.